Pocas empresas tan arduas y angustiantes como pedir un aumento de sueldo. El protagonista de esta novela del gran Georges Perec, por ejemplo, deberá enfrentarse a un sinfín de posibilidades que van desde potenciales intoxicación alimenticias hasta el siempre posible escenario de que el interesado nunca logre coincidir con el jefe en su oficina. La odisea que nuestro héroe debe emprender haría palidecer al mismísimo Ulises por las exasperantes e interminables bifurcaciones que se le presentan a cada instante. Sólo hay que leer el comienzo de la novela para entender la verdadera pesadilla en la que el sujeto en cuestión está por sumergirse: «después de pensarlo largamente después de armarse de valor usted se decide a ir a buscar a su jefe de sector para pedirle un aumento va entonces a buscar a su jefe de sector digamos para simplificar porque siempre hay que simplificar que se llama señor Xavier es decir señor o más bien sr x entonces va a buscar al Sr. X y una de dos o bien el Sr. X está en su oficina o bien el Sr. X no está en su oficina si el sr x estuviera en su oficina aparentemente no habría ningún problema pero obviamente el sr x no está en su oficina.