«Europa y el milagro de su arte. Europa y las grandes creaciones de sus mitologemas. Europa y el misterio del hombre. Europa y la deshumanización del arte, del mito y del misterio: el vacío de su nihilismo. Europa "aprendiz de brujo", en sus "teorías" de mirarse el ombligo e indicar a la vez el camino del misterio. Europa, siempre arraigada y desarraigada en y de sus raíces: el logos griego, el ius romano y la profecía bíblica. De esas raíces nacen los monasterios, las catedrales, la universidad, el poema, el gregoriano y las cantatas, el renacimiento, la declaración de los derechos del hombre... y el horror de sus guerras. [...] Este todo ha llegado a nosotros, a modo de tres herencias, diversificado según el ver de Grecia y su tradición indoeuropea; el oír de Israel y su tradición mesopotámica; y el tocar (tacto - gusto - olfato) de la tradición oriental y su modo mediterráneo de expresarse en el helenismo. Sobre estas tres herencias diversificadas que, sin embargo, forman un todo, versa esta lectura sobre la Europa cristiana. Una lectura, quizá arriesgada, que pretende abarcar estos tres campos semánticos: el arte como epifanía, la escena como dramaturgia, y el misterio como verdad interior del símbolo». Esta obra póstuma de Vicente Martín Pindado incluye colaboraciones de sus amigos, que han querido rendir homenaje «a quien ya no está entre nosotros, pero que dicta de alguna manera nuestra vida, y sigue presente en la mente y en el corazón».