¿Cómo hacer que nuestra mirada sea de respeto, valoración y admiración ante las creaciones de cada niño? Sencillamente permitiendo que los niños prueben por el gusto de mirar, de tocar y de imprimir sus señales. Considerando el trabajo de un niño como su firma, su huella, como una muestra de su identidad, como una parte de si mismo, y por ello respetando, valorando, cuidando y disfrutando con sus creaciones. «Me gustaría ser capaz de transmitir, a través de estos escritos sobre el trabajo artístico en la escuela infantil, a qué me refiero cuando hablo de una escuela en la que se desee estar, en la que se pueda sentir, pensar, crear y vivir con los otros, placenteramente. Lo que aquí propongo es vivir la cotidianidad en la escuela amarrando con un mismo hilo lo del pensar y lo del sentir, lo de aprender y lo de estar juntos, lo de ser inteligentes con lo de ser gente.» Mari Carmen Díez