La escultura ha tenido siempre dificultad para establecer su independencia como arte, en parte debido a la ausencia de una clara formulación de sus leyes autónomas. En este sentido, el propósito de este libro es brindar, con ilustraciones de las piezas más significativas, un estudio integral sobre la escultura y cubrir un vacío en el terreno de la bibliografía sobre las artes plásticas. Las conferencias reunidas en este volumen no pretenden ser un estudio exhaustivo de la escultura, sino más bien, la constatación de una tesis: que la escultura tiene potencialmente una estética propia, que despunta en la prehistoria, asoma en su integridad en algunas ocasiones a lo largo de la historia y recién en la modernidad y a partir de Rodin, se actualiza completa y conscientemente con otras obras.