La idea del devenir ha sido objeto de estudio para diversos filósofos. Desde los presocráticos hasta Deleuze, el pensamiento que pretende ir más allá del análisis de lo real con el objetivo de transformarlo ha tomado el devenir como figura principal. En el ámbito de la arquitectura, una disciplina con enormes posibilidades transformadoras de lo real, no ha sido habitual una reflexión sobre el devenir. Cuando este tipo de discurso ha aparecido en ámbitos arquitectónicos, se ha tendido a presentar un posible devenir arquitectónico como un proceso positivo meramente adaptativo (en el plano de la superestructura en el vocabulario marxista), o bien se ha hecho en el plano estructural desde una valoración negativa, como dispositivo puramente coercitivo. Estos ensayos pretenden indagar en una posible tercera vía, al introducir difusamente un aparato crítico que solo muy recientemente los discursos arquitectónicos han incorporado desde las artes escénicas: la categoría de lo performativo.