Desde que se iniciase la renovación de la arquitectura gótica, este nuevo lenguaje barrió el continente europeo y sus colonias de norte a sur y de este a oeste. En este contexto paneuropeo la Corona de Castilla jugó un papel esencial como emisora y receptora de novedades artísticas gracias a maestros y cuadrillas de canteros que viajaron entre diferentes reinos y regiones, maestros que con sus trayectorias profesionales dibujaron otras que conforman redes de intercambio de experiencias constructivas. En la presente obra se han perfilado trayectorias e intercambios artísticos entre estos diferentes reinos (Corona de Castilla, Corona de Aragón, Reino de Valencia, Italia, Portugal e Inglaterra) y la difusión de los mismos por la geografía atlántica (Canarias o África). Ambas trayectorias, las geográficas y las vitales (profesionales), se entienden en el ámbito de la relevancia que adquiere en esas fechas bajomedievales la "cultura del intercambio", o de repertorios ornamentales de labra arquitectónica.