El conjunto edificatorio del Recinto Ferial de Albacete se caracteriza por su construcción tradicional y por designarse como espacio para un uso local clave: la Feria de Albacete. El edificio magnifica la celebración al disponerse como contenedor propio y exclusivo. Pero es sin duda la singularidad arquitectónica del inmueble la que le confiere la importancia patrimonial, alcanzando la declaración como Bien de Interés Cultural en 1991 por el Ministerio de Cultura, con la categoría de Monumento. No se ha conocido hasta la actualidad otro edificio análogo en forma, uso y antigüedad más allá de las propuestas teóricas recogidas en los Tratados de Arquitectura. Estas cualidades han posibilitado que actualmente se mantenga en pie desde su construcción en 1783 pero no han conseguido el apoyo suficiente para programar un plan de protección y actuación en base a su memoria histórica. Durante más de dos siglos se ha visto sometido a intervenciones parciales, reformas y ampliaciones que han alterado su forma original. Esta publicación muestra la crónica de su arquitectura en dos formas complementarias: a través de la historiografía existente y mediante los proyectos técnicos, ya que de otro modo resultaría complicado entenderla. Necesidad y razón son los fundamentos iniciales que definen el edificio de la Feria de Albacete, no tan alejados de sus exigencias actuales. Recopilar en un único título la dispersa información existente y acercar la recuperación documental de su historia, puede servir como punto de partida para una necesaria y urgente propuesta de conservación futura.