La masonería en España es una historia salpicada por la polémica y deteriorada por el tratamiento partidista que le han dado sus enemigos y apologistas. En este estudio se intenta ubicar a la masonería en el lugar que le corresponde en la historia de los españoles en el primer tercio del siglo XX, es decir, en el de una sociedad que sintió la doble necesidad de luchar por la ciudadanía política y la justicia social, y de participar en las mejoras educativas y culturales. Se buscaba, construir una sociedad cuyo bien común fuese un principio político. Así es como los masones se convierten en arquitectos de una idea, que se quiso dentro de la República y en contra de la monarquía alfonsina. A lo largo de este periodo, con sus crisis y rupturas, la sociedad de los masones había intentado ampliar su espacio natural, atraer tanto a republicanos como a socialistas, reelaborando toda su cultura republicana y convirtiéndose en refugio de opositores a la dictadura de Primo de Rivera. Cuando llego la República en 1931, estos arquitectos pasaron a servirla. La idea de la República se materializó y la masonería pudo vivir y padecer las carencias y los fracasos de aquel Estado. Como es sabido, su identificación, tanto moral como política, acabo por costarle un alto precio, puesto que fueron los masones las primeras victimas de la represión de los sublevados en julio de 1936.