Las colecciones de armas y armaduras constituyen una parte fundamental pero poco conocida del legado cultural europeo, desde las grandes armerías dinásticas o los museos militares a las colecciones públicas o privadas. En su mayor parte son custodiadas en todo el continente por un reducido número de instituciones entre las que destacan los principales conjuntos dinásticos. Por ello la presentación de un nuevo conjunto poco conocido constituye por sí misma una novedad destacable. En este caso se trata de las armaduras renacentistas y barrocas de Santa María de Ocaña, en la provincia de Toledo. En ellas llama la atención que, a pesar del reducido número de elementos del conjunto, compuesto por apenas diez armaduras heterogéneas, se hallan piezas destacadas por su calidad, tipología o la relevancia de sus autores. Entre estos últimos se encuentran armeros como los alemanes Desiderius Helmschmid de Augsburgo o Wolfgang Grosschedel de Landshut, que trabajaron al servicio del emperador Carlos V y de Felipe II. La utilización de estas armaduras hasta la actualidad con fines litúrgicos durante la Semana Santa es uno de los rasgos más destacados de este grupo. Por ello se relacionan con las de las numerosas hermandades que en la geografía española continúan formando guardias pretorianas acompañando a la imagen de Jesús Nazareno, pero frente a ellas el uso de elementos renacentistas y barrocos originales es un rasgo distintivo. En esta obra se aborda la catalogación razonada de estas armaduras, precedida por la historia de la creación del conjunto en el siglo XVIII y de su utilización casi ininterrumpida desde entonces.