Es indudable que la creación de un Mercado Común transnacional puede generar dinámicas muy positivas que acaben plasmándose en nuevas oportunidades al crecimiento económico y al empleo. En Europa, la creación del Mercado Único a pesar de sus lagunas e imperfecciones se percibe como un éxito incuestionable y uno de nuestros grandes activos. En esta contribución, hemos analizado la experiencia europea de más de 50 años en este ámbito para identificar y explicar las principales lecciones que hemos aprendido, aclarar qué vías y estrategias nos han funcionado y explicar las razones de nuestros errores, fracasos y éxitos, de modo que puedan ser tenidos en cuenta por otros que quieran transitar similares caminos.