En este libro se ensaya una visión de la arquitectura moderna dirigida a diferenciar sus aspectos racionales de aquellos que son consecuencia de la emoción. Buscar en la dualidad razón-sentimiento el origen del proceder del artista lleva a comprobar la subjetividad con la que el arquitecto moderno debe dicidir, en cada momento, entre seguir fiel a la razón o dejarse llevar por sentimientos. La distinta afinidad que muestran hacia Apolo y Dionisos y, en consecuencia, el predominio de uno u otro, acaba por definir el temperamento de su obra. El análisis se realiza sobre doce obras maestras de la arquitectura moderna y permite observar, desde esta óptica, a los arquitectos Asplund, Coderch, Libera, Wright, Le Corbusier, Melnikov, Aalto, Mies, y constatar, una vez más, que el arte sólo es completo cuando supone una manifestación de la plenitud del artista.