Los programas y proyectos de desarrollo han sido el pan de cada día de muchas regiones pobres alrededor del mundo. En la región de Papaloapan, situada en la sierra de Oaxaca (México) y habitada por indígenas mazatecos y chinantecos, se han probado múltiples proyectos individuales y colectivos para conseguir unas condiciones de vida más aceptables con toda clase de consecuencias.