La idea de maritimidad nos conduce hasta un entramado amplio y complejo, repleto de manifestaciones socioculturales. Su análisis permite comprender los cambios que han tenido lugar, en comparación con un pasado reciente, en la Ría y Abra de Bilbao. La investigación antropológica nos ha permitdo llegar hasta las bases de la construcción de la cultura y de la sociedad en esta parte del país ligada al litoral y a la mar. En este contexto de cambio social y cultural la patrimonialiación adquiere un grado sobresaliente. Primero a través del trabajo propio de instituciones como los museos y concejalías, y y también de otras de base popular. El mundo arrantzale (pescador) comparte las mismas puestas en valor con las demás esferas presentes. Se hacen públicas expresiones cuyo lenguaje no solamente es estético, sino que traza una correspondencia con aspectos de la vida cotidiana respondiendo a situaciones y relaciones sociales concretas. En el entramado de constructos patrimoniales, descubrimos una tipología que nos permite ordenar las distintas realizaciones. Destaca el papel adquirido por un "patrimonio silencioso" o "subyacente" marítimo, plasmado por medio de letreros, pinturas murales y otros objetos y recursos que llegan a cumplir funciones identitarias y de refuerzo o recreación de la memoria social.