Su manera de hacer periodismo lo relacionaba, de alguna manera, al «sacerdocio», en el sentido de sacrificar muchos aspectos de su vida a una sola creencia: la de la palabra escrita y narrada. Entre sus numerosas cualidades profesionales estaban su memoria lúcida, su gran serenidad y exacta ponderación tanto en la alabanza como en la protesta y la polémica. Lemus entendía el periodismo como una vocación integral y se ocupaba de todo el proceso para escribir la noticia, desde la observación y construcción del discurso, hasta la presentación final en la imprenta. Además, hablar de Antonio Lemus es hacer mención a páginas gloriosas del deporte canario y, sobre todo, a la historia del club de sus amores: la Unión Deportiva Las Palmas.