Antonio Illanes fue un escultor vinculado a la propuesta renovadora representada por el Clasicismo Mediterráneo. Su escultura se caracteriza por la variedad de materiales, formatos y temas, con una clara disposición hacia el desnudo femenino y el retrato. Esos rasgos tendentes a la expresión del natural y una cierta modernidad fueron característicos también en sus imágenes religiosas, por mucho que éstas pudiesen responder a estímulos de la tradición barroca. La Virgen de las Tristezas es una de las obras más significativas e importantes del catálogo de Antonio Illanes, y, sin lugar a dudas, la más moderna de cuantas se tallaron para la Semana Santa de Sevilla en el siglo XX.