Antonia López Arista (1887-1918) es la persona que ?desde su fundación?, como consta en el Libro Registro de Asociadas, e incluso a lo largo de la prolongada génesis de la Institución Teresiana, acompañó a san Pedro Poveda en las reflexiones y actividades que condujeron al nacimiento de esta Institución. Vinculó su corta existencia de solo treinta y un años a un proyecto nuevo, original, atrevidísimo; tanto que, sin modelos ambientales, solo paso a paso fue descubriendo, junto a su primo Pedro, hacia dónde debían caminar. Una Institución que nace es lo que fue percibiendo Antonia a medida que hacía confluir pensamientos y voluntades distantes hacia un objetivo común; al mismo tiempo que difundía los escritos del fundador, iba tejiendo una amplia red de amistad y confianza entre tantas mujeres que en la naciente Institución Teresiana alcanzaron puestos relevantes en la docencia y la inspección escolar o llenaron los pueblos de buen hacer pedagógico y compromiso social. Antonia hizo historia del todo inmersa en su tiempo y abierta a la novedad.