Poeta desarraigado, VICENTE GAOS (1919-1980) centra su poesía en el hombre, en la angustia de vivir, en la presencia de la muerte y sobre todo en el diálogo con Dios, lo que le convierte en un poeta existencial de gran hondura y le emparenta con la obsesión por el tema religioso de los autores de la primera generación de posguerra tema que sólo compartirá en su obra en cantidad y énfasis con el asunto amoroso primero, antes de ceder espacio a una poesía social irónica y existencial. Sin embargo, Gaos ironizó, bromeó, se burló incluso de su fe, y llegó a afirmar que no quería luz sino sombras.