Trece poemas en cada libro, trece poemas como trece lunas, como los trece meses del calendario lunar. La luna, ese ser cambiante que muda su cara de espejo circular. Señora de las mareas, astro de la fecundidad. Ritmos lunares para dar medida al tiempo, al tiempo poético. Este libro invita a leer un poema cada día, o cada semana, o cada mes lunar. Después, puede dejarse reposando en un atril, abierto en la ilustración que se desee, que no es ni más ni menos, que la lectura que Pedro Proença hizo de las palabras del poeta, para deleite de nuestros ojos y nuestra mirada más personal.