Escenas: un tsunami arrasa la ciudad. Miles de pandilleros saquean las casas. Fidel Castro acata las órdenes de un boxeador. Niñas uniformadas huyen de los tanques rusos. Alguien grita: singao... Una mujer muerde con rabia el sexo de un amante, se lo arranca. Otra pierde las piernas de un hachazo.Paradójico. Todo lo anterior podría pertenecer a una novela del ciencia ficcionero Erick J. Mota, pero está sacado de Antes del mediodía, de Soleida Ríos, un volumen que es, como mínimo, tres libros en uno: la versión made in Cuba de La interpretación de los sueños, de Sigmund Freud; un curioso manual de hipnofilia; y un tratado que rompe con la obviedad biológica del sueño y lo convierte en otra cosa: en un género literario. Demasiado No tanto: Antes del mediodía es ?literalmente? nuestra primera antología onírica. Sin moralejas: los sueños terminan siendo la excusa para un relato donde desfilan fobias, parafilias, épicas, estéticas, fantasías bíblicas y fantasías lésbicas, muecas, tics, y las más selectas pesadillas de los 93 durmientes consultados. Un verdadero brainstorming. Porque si algo deja claro el libro de Soleida, es que no hay nada ni remotamente parecido a un ?inconsciente colectivo? cubano. El sueño es egoísta. Egomaníaco. Y el durmiente solo quiere una cosa: protagonismo.Gilberto Padilla