“Animales que hacen cosas en silencio” no es un poemario al uso; es una colección de atractivas imágenes, una montaña rusa de emociones, una serie de reflexiones cotidianas que se desarrollan en un paisaje surrealista donde todo puede suceder. Se trata de un largo y un divertido poema que invita a la lectura en voz alta para así degustar mejor su sonoridad; un canto a la libertad creativa -tanto a nivel formal como estético- que rezuma aromas mexicanos. Esta amplia composición de verso libre y lectura vertical se desarrolla sin solución de continuidad; la parte literaria es un todo. Una voz omnisciente interactúa con un amplio elenco de animales -desde hormigas a ranas, pasando por gatos o pájaros- al margen de estereotipos poéticos, e invita a la complicidad de los lectores: “¿Y tú? ¿Ya volaste?”.