Con esta edición crítica de la Tercera parte de La vida del gran tacaño, se da a conocer un texto que retoma la historia de Pablos, allí donde la ha dejado Quevedo: con la determinación del pícaro de pasar a las Indias. México y Filipinas serán ahora el escenario de sus andanzas. Escrito en Filipinas, hacia el año 1767, por el jesuita Vicente Alemany, misionero en las islas de Mindanao, ofrece una rica información sobre la vida de los españoles en las colonias. El autor demuestra conocer muy bien la obra de Quevedo, a la que hace continuas referencias, e intenta tomar modelo de su lengua y estilo.