Se trata de un trabajo fruto de la investigación personal llevada a cabo por Alfonso Jiménez Martín, maestro mayor de la catedral hispalense, a lo largo de 25 años de trabajo en la misma. Como el propio autor destaca en la presentación, aunque el edificio es, indudablemente, una obra de arte llena de obras de arte, la investigación realizada lo ha tratado como un objeto material, con independencia de sus valores patrimoniales y artísticos. El método empleado ha sido el de la Arqueología de la Arquitectura, pues se trata de un examen de sus formas arquitectónicas y de sus relaciones espaciales para obtener procesos y cronologías relativas que, con la aportación de numerosos documentos del Archivo de la Catedral, han determinado algo que no estaba hecho: la datación de la mayoría de sus formas y espacios góticos.