La sabiduría del saber, sin palabras para decir lo que ya sabe, atrapa a fray Juan de la Cruz en la maraña continua de su desvelo. Sus pálpitos se desangran en el tiempo desnudo. Desde la cumbre de su corazón se ha despeñado, sin aviso alguno, la melancolía. Amor impaciente por un rayo que le llamó y le dijo: “Te llamarás Juan de la Cruz y nunca más en tu amor habrá descanso”. Este libro no es para entender. Este diccionario no describe significados, sino que deja constancia de que lo que dijo fray Juan ha sido y es para nosotros compañía, aliento, perplejidad.