Loreto es la maquilladora más solicitada y políticamente incorrecta de la industria del cine. Lleva la piel tatuada y siempre viste de negro. Antes de viajar a Los Ángeles decide cerrar un doloroso capítulo de su vida y eliminar el único tatuaje que le duele llevar en la piel: Alek. Para ello acude al estudio de Crack, que lleva tatuando su cuerpo desde los 18 años, y que se niega a hacerlo con un argumento: "Los recuerdos no se pueden borrar". No te pierdas esta adictiva historia, ¡no es una más!