La súbita muerte del pintor Jeffrey Finelli, atropellado el mismo día de la inauguración de su exposición, desata una fiebre inusitada por hacerse con su obra. Su viuda, su sobrina Lulú –modelo de su cuadro más representativo– y Mia, la irónica narradora empleada de la galería, se ven envueltas en una intriga llena de humor y giros insospechados que desvela al lector los secretos del delirante y viciado mundo del arte contemporáneo en Manhattan.