El amstaff, como es conocido popularmente, tiene un temperamento peleón que hay que controlar con una educación responsable y una buena correa para pasearlo por la calle. Es un perro seguro de sí mismo, equilibrado, simpático y presto a la acción, ya sea la de guardar y defender al dueño y sus propiedades, ya como perro de exposición o competición. Conozca cómo sacar cabal partido del staff de la mano de un gran criador y conocedor de la raza.