Tratar de establecer cómo surgió y se desarrolló la criminología en América Latina es el objetivo principal de este libro. En las diferentes historias del pensamiento criminológico, escritas por especialistas de los países desarrollados, no figura la latinoamericana. La autora analiza detalladamente las sucesivas escuelas y la forma como se van expresando y difundiendo. Subyace en toda la exposición la tesis de que el delito es un fenómeno social y que su estudio debe hacerse como parte del análisis de las estructuras sociales.