Durante unos doscientos años, un buen número de europeos, especialmente europeos protestantes, vivió la historia y los pueblos del Nuevo Mundo a través de los ojos de un hombre:Teodoro de Bry. La enorme popularidad de sus Grandes Viajes permite afirmar que la América de los europeos de los siglos XVII y XVIII fue la América de De Bry. Era a De Bry a quien los lectores de la época acudían para descubrir la apariencia y las costumbres de los indios americanos, y era también a De Bry a quien acudían para obtener descripciones pormenorizadas de los primeros encuentros entre los europeos y los pueblos autóctonos del NuevoMundo y pavorosas imágenes de la conquista española de las Indias.Refugiado protestante oriundo de Lieja, De Bry se había establecido en Francfort como impresor y grabador, y pronto percibió las posibilidades comerciales que el creciente interés europeo por los viajes de descubrimiento y colonización de los territorios de ultramar encerraba para la industria editorial.En 1587, con motivo de una visita a Inglaterra en la que conoció a Le Moyne, surgió la idea de la edición. Tres años después, en 1590, De Bry presentaba enFrancfort el primer volumen de lo que después pasaría a llamarse Tesauro de los viajes a las Indias Occidentales y Orientales. Teodoro de Bry se encargó de la realización de seis de las catorce partes de que consta la serie América, continuada por sus hijos tras su muerte en 1598 y hasta 1634, mientras que la serie dedicada aAsia y África (Siruela, 1999) se realizó entre 1597 y 1628. La edición aquí presentada, que incluye un estudio introductorio del gran hispanista John H. Elliott, reproduce con sus textos correspondientes, la totalidad de los célebres grabados en cobre (342 reproducciones de White, Le Moyne y otros artistas) de la serie América, una obra que se convirtió desde su publicación en la historia ilustrada más importante que se haya dedicado nunca a la expansión europea.