Durante la última década las relaciones entre religión y política han vuelto a erigirse en centro de la atención pública. Una visión global del catolicismo como ideología política, sus peculiaridades en el ámbito iberoamericano y su ambivalente papel en la definición de las identidades nacionales se abordan en este libro centrándose en la experiencia en el ámbito iberoamericano. La quiebra de la alianza entre el altar y el trono al final del Antiguo Régimen abrió un capítulo decisivo y difícil de la modernidad iberoamericana: la redefinición de las relaciones entre el poder político de los nuevos Estados soberanos y la autoridad religiosa de la Iglesia católica.