La muerte sin descendencia del último representante de la casa de los Augsburgo, Carlos II, en 1700, supuso la aparición de un conflicto de ámbito internacional: la guerra de Sucesión a la Corona de España (1702-1714). El Archiduque Carlos de Austria por una parte y Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, por la otra, argumentaron sus derechos dinásticos. Uno representando la tradición federalista hispana y el otro con una idea más centralista de acorde a la época histórica que se vivía. La Batala de Almansa supuso un punto de inflexión a favor de los intereses del representante Borbón. Librada el 25 de abril de 1707 enfrentó a los ejércitos del Archiduque, dirigidos por Galloway y Das Minas, con las tropas borbónicas capitaneadas por Jacob Fitz-James Stuart, Duque de Berwick. El resultado y las consecuencias de la misma han sido determinantes en el devenir histórico posterior.