"... bella como una diosa, más puta que las gallinas, e inteligente y práctica como una serpiente...". La historia de Penélope Montes, una mujer triunfadora (como habitualmente se podía triunfar en su tiempo y en su medio) que supo ponerse el mundo por montera y disfrutar al máximo de la vida, a pesar de lo terrible de su destino final, cierra la trilogía dedicada a la mujer extremeña que el autor inició con su novela Callejón del lobo y continuó en Chocolate con veneno. Nuestra Penélope tiene como referentes a las de Homero y Juan Manuel Serrat, todas ellas víctimas en realidad de sí mismas, fieles a su particular Ítaca aun cuando ello las limitara a vivir en un mundo de sueños ajeno a cualquier futuro, marcado por la pérdida, el dolor y la ausencia, mientras los pretendientes, los trenes o sus seres más queridos pasaban de largo sin incorporarse a sus vidas, y los sauces dejaban caer las hojas una vez, y otra, y otra...