Coincidiendo con el X aniversario del CEPLI, presentamos esta edición facsimilar del Alfabeto ingenioso recreativo de Antonio alverá Delgrás, editado en 1849. Con toda seguridad, este alfabeto (o abecedario) no ayudará ni a padres ni a maestros en los primeros momentos en que los niños emppiezan a reconocer las letras y a relacionarlas con los sonidos, a pesar de la intención del autor, quien- tras su alfabeto- incluye una advertencia A los instructores que lo pudieran usar, proponiéndoles la enseñanza de la clasificación orgánica y el valor ortológico de las letras, que él mismo incluye en sendos cuadros al final del libro, antes de que empiecen a practicar con el silabeo.El alfabeto de Alverá va dirigido expresamente A los niños así lo indica en la página que precede a la descripción de las letras. Presentadas en viñetas, a la manera de aucas o aleluyas, cada letra va acompañada de cinco tipos de escritura (tres mayúsculas y dos minúsculas)salvo la ch y la LL que durante los siglos XIX y XX se ordenaron separadamente de c y lpráctica que se abandonó en 1994 considerándose hoy en la gramática del español como dígrafos, con valores fonéticos específicos.Cada letra del Alfabeto de Alverá se ilustra con un dibujo, desde el sorprendente besuguero para la b al velonero (el que hace velones) para la v; son imágenes que el autor pretende que ayuden al chico a pronunciar la letra a la que acompañan, aunque a veces la palabra elegida no tenga ningún interés para el niño que está aprendiendo a leer, bien porque son palabras raras (cherinola, junta de rufianes o ladrones, para la ch) porque son cultas (efemerides para la f, porque son topónimosde otros países (Ellecelles, ciudad belga para la ll) o topçonimos latinos (Emérita Augusta antiguo nombre de Mérida para la m), etc.Confiamos en que los buenos catadores de libros sepan apreciar la pequeña joya bibliográfica que el CEPLI y Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha ponen en sus manos, porque, aunque Alfabetos de aquella época y de años posteriores hubo muchos, no es fácil encontrarlos hoy, y menos aún con las singularidades que presenta éste.