El cristianismo es seguido en todo el mundo por más de 1.750 millones de personas. Ahora bien, 1.750 millones de personas pueden estar equivocadas. Jesús es, probablemente, un personaje tan ficticio y legendario como Guillermo Tell, y no hay pruebas que demuestren fehacientemente su existencia histórica. Los dogmas fundamentales del cristianismo como la resurrección, el nacimiento virginal, el segundo advenimiento o la encarnación son ideas incoherentes en las que ninguna persona razonable y crítica puede creer seriamente, como tampoco cree en las supercherías astrológicas o parapsicológicas. Según escribe el Premio Nobel de Física Steven Weinberg, «el mundo necesita despertar de la larga pesadilla de la religión». Este libro imprescindible utiliza una lógica aplastante para estimular ese despertar.