Esta inmensa obra constituye una repaso visual a la historia reciente de la vieja Iruñea, basada en la recopilación y el análisis de fotografías obtenidas desde la década de 1860 hasta la actualidad. En sus páginas se recoge el aire decimonónico de aquella Pamplona pequeña y encerrada en sus murallas del primer tercio del siglo XX, el sabor de los sanfermines sencillos de mediados de siglo, o los cambios meteóricos de aquella ciudad en expansión que avanzaba hacia Barañain, hacia Iturrama o más allá de la Rotxapea en los años setenta y ochenta. Partiendo de la comparativa de dichas imágenes, el autor analiza la evolución de la ciudad, de sus calles y plazas, y de sus más antiguos e íntimos rincones, con una mirada en la que no falta la melancolía que sugiere el título, inspirado en una antigua canción sanferminera, pero donde también hay buenas dosis de crítica… y de cariño.