En la experiencia del encuentro con el Resucitado Pablo conoce de una manera nueva la realidad de Cristo. En ningún otro momento de su vida su razón y su libertad fueron desafiadas, puestas en juego, como ante este acontecimiento. De un modo absolutamente imprevisto, en el camino de Damasco Cristo resucitado sale al encuentro de Pablo, cuya razón es dilatada por la gracia de la fe para adecuarla a la realidad excepcional que tiene ante sí. Es esta presencia de Cristo resucitado ---que le precede y le provoca, que le precede llamándole--- la que sostiene esta apertura de la razón para que Pablo pueda percibir adecuadamente el significado de aquel encuentro, provocando en él aquel atractivo que permite a la libertad la adhesión amorosa a esa presencia. Julián Carrón es Catedrático de Nuevo Testamento de la facultad de Teología San Dámaso, y Presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación.