En 1839, Alphonse de Lamartine dirigió al Parlamento francés la siguiente advertencia: «Francia es una nación que se aburre». Esta frase se convirtió desde entonces en toda una consigna revolucionaria, y de hecho así volvería a ser convocada por Pierre Viansson-Ponté en 1968. Mal imaginario por excelencia, el mal del siglo se decía, este aburrimiento ?el ennui que los románticos convirtieron en tópico? ha sido tomado como hipérbole de la modernidad por otros que, como George Steiner, han tratado el «Gran ennui» como auténtico germen de la «Gran Guerra». En confrontación con esas dos interpretaciones, este libro aborda la cuestión del aburrimiento romántico desde otra perspectiva: relacionándolo, en cuanto que sed insaciable de otra cosa, con un orden socioeconómico, el capitalismo emergente en el siglo XIX, sostenido sobre la convicción de que el deseo se renueva de forma ilimitada en base a una producción organizada de la insatisfacción. A partir de un recorrido dialéctico por algunos de los núcleos fuertes de la modernidad ?la gran ciudad, lo nuevo o el juego?, este ensayo interroga la potencia que el siglo XIX atribuyó al aburrimiento en el mismo momento en que se comenzaban a sentar las bases de la publicidad y de la industria del entretenimiento. Se convoca así el corpus artístico y literario de la Monarquía de Julio ?Delacroix, Lamartine, Hugo, Grandville, Balzac, Daumier, Gautier, o los jóvenes Baudelaire y Flaubert? siguiendo el destello de aquellos disparos que los revolucionarios de 1830 dirigieron contra los relojes de París. Bajo su humareda, cuestiones como el tiempo y el trabajo, el poder y la imaginación, atraviesan este libro con vocación anacrónica, pues aquí se trata sobre todo de tentar esa imagen de la que hablaba Walter Benjamin, en la cual «el pasado de una época determinada es, al mismo tiempo, ?lo que siempre ha sido?». Daniel Lesmes (Madrid, 1973) es doctor en Historia del Arte, máster en Filosofía y licenciado en Derecho por la UCM. Entre 2008 y 2009 fue becario de la Real Academia de España en Roma, realizando a continuación estancias en la École des Hautes Études en Sciencies Sociales de París y en Real Colegio Complutense de Harvard. Ha coordinado el monográfico Georges Didi-Huberman. Imágenes, historia, pensamiento (2017) junto a Gabriel Cabello y Jordi Massó. Con éste último firma Senderos ciegos (2017, e igualmente es coautor de los libros Superficie de Inscripción: fotografía y escritura (2016) y Márgenes de Jean-Luc Nancy (2014). Entre sus artículos sobre arte, pensamiento político y sociedad cabe destacar ?La vida en juego. Estética e historia en Walter Benjamin? (2011), ?Uno se aburre. Heidegger y la filosofía del tedio? (2009) y ?George Grosz y los malos humos de Moloc? (2006). Actualmente es profesor de Teoría del Arte en la Universidad Complutense y Presidente de la asociación de artistas y teóricos CRUCE (Madrid).