«Sin grasa retórica, sin profundidades huecas, las palabras de este libro buscan nuestros impulsos. Aquí se encuentran los deseos variados, las simas íntimas, los disfraces políticos. La figura femenina recorre no pocos pensamientos del autor. Afortunadamente, Roberto Herrero no es proclive a señalarnos grandes bloques de verdad. En sus líneas no existen ecos de la arenga o del sermón. Sus afirmaciones arrastran una bola de preso: la duda. Nunca prescinde de la claridad expresiva. Muchos tópicos son abatidos en sus páginas y una ironía leve se filtra en las nostalgias» (Francisco Javier Irazoki).