Durante más de un siglo y medio son varias las generaciones de docentes que han dejado su impronta en la impartición de los estudios de Veterinaria en Córdoba. Una de ellas, conocida como los cinco grandes (en alusión a las cinco potencias que por aquel entonces dominaban la política internacional), la integraban: D. Rafael Castejón y Martínez de Arizala, D. Germán Saldaña Sicilia, D. José Martín Ribes, D. Félix Infante Luengo y D. Gumersindo Aparicio Sánchez. Si observamos sus trayectorias apreciaremos un nexo entre ellos en varios e interesantes aspectos. Así, la mayoría completó su formación en el antiguo Patronato de Biología Animal y otras instituciones de reconocido prestigio de la época. Varios ejercieron activamente como médicos, veterinarios militares, presidentes del Colegio Oficial de Veterinarios de Córdoba, y participaron activamente en el mundo cultural de su tiempo en su calidad de miembros numerarios de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Todos se implicaron en el gobierno del Centro. A la generación anteriormente citada le sucedió, ya en una etapa más avanzada de la Facultad, otra generación de maestros que puede considerarse integrada por otros cinco grandes o magníficos: Jordano Barea, Castejón Calderón, Medina Blanco, Santisteban García y Gómez Cárdenas. Casi todos ellos se responsabilizaron de las enseñanzas muy jóvenes sustituyendo a la generación anterior cuando se jubiló. El reto que tenían ante sí era inmenso, sin embargo no se arredraron y consiguieron llevar sobre sus hombros la ardua tarea de instrumentar y conducir a la Facultad, a partir de mediados del siglo XX, seguramente al periodo de mayor prestigio de cuantos ha conocido hasta ahora. Se trataba de un grupo humano de reconocida calidad y al igual que la generación precedente se complementaban entre sí.