"A la luz del toreo" aborda la tauromaquia desde las dos tradiciones que la configuran: la tradición hispánica, a la que corresponde histórica y culturalmente, y de la que ha sido un poderoso factor de identidad y de integración (real y simbólica); y la tradición humanista, que le confiere el sustrato ético-filosófico y la perspectiva antropológica adecuada. En este sentido, la obra analiza el debate actual entre taurinos y antitaurinos en el marco más amplio de la pugna entre los principios tradicionales del viejo humanismo y las directrices de los nuevos humanitarismos ilustrados, de donde proceden las doctrinas animalistas, dentro del amplio paraguas ideológico del pensamiento políticamente correcto.