He aquí la primera biografía sobre Jean Améry, cuyos artículos y novelas ensayísticas acerca del holocausto y de los hechos más violentos de todos los siglos siguen conservando su vigencia en la actualidad. Elaborada con abundante material inédito, aparecen en ella documentos, testimonios biográficos y numerosas cartas desconocidas hasta hoy. Además de su clara y lúcida descripción de las posturas intelectuales de Améry, el presente libro nos permite apreciar todo lo que hemos perdido realmente hoy en día. Cada una de las estaciones de esa vida es presentada a través de un sutil e indisoluble entramado de hechos y citas de sus obras: el recluso de Auschwitz que sobrevivió a las torturas, los intentos más tempranos de superación y la formación del brillante estilista.
En 1974 Jean Améry (1912-1978) trabaja en un nuevo proyecto radiofónico, una serie de seis ensayos centrados en seis lugares, seis estaciones de su biografía. Serán radiados entre abril y julio de 1975, pero no aparecerán en forma de libro hasta 1980, dos años después de la muerte del autor. Los lugares que componen cada uno de los capítulos son hitos en su biografía, marcada por la persecución y el exilio, son lugares en el tiempo, balizas de la memoria. Améry describe las ciudades en el momento en que él las habita, y las describe como centro de acontecimientos y de corrientes de pensamiento en esa misma época. Así, Bad Ischl es el balneario de la alta sociedad austríaca en tiempos del emperador Francisco José. Colonia está descrita desde el punto de vista del judío fugitivo que organiza su paso clandestino de frontera, igual que Amberes lo está desde el del recién refugiado. La huida del campo de Gurs determina la descripción de Francia; Bruselas es la Bruselas ocupada, París, Zúrich y Londres se describen desde la perspectiva de la inmediata posguerra. M. S
Sin estar legitimado por otra cosa que no sea cierta propensión a reflexionar y, quizás, alguna práctica en ello, propongo algunos ensayos sobre el envejecer del ser humano. Ensayos que no se han de entender como experimentos, sino más bien como un ir tras las huellas de algo que para la razón analítica a priori parecía imposible encontrar.
En estas páginas, que pueden parecer insuficientes, pero respecto a las cuales puedo garantizar su sinceridad, se hace frecuente alusión a la culpa y a la expiación, puesto que no he podido tener miramientos ni para la sensibilidad de los otros ni para la mía. Sin embargo creo que esta obra, como diagnóstico, se sitúa más allá de la culpa y de la expiación. En ella se describe cómo se sufre la violencia, eso es todo. En este libro no me dirijo a mis compañeros de infortunio. Ellos ya saben. Cada uno debe soportar a su modo el peso de esta experiencia. A los alemanes, por el contrario, que en su aplastante mayoría no se sienten, o no han dejado de sentirse, responsables de los actos al mismo tiempo más sombríos y más característicos del Tercer Reich, me gustaría narrarles algunos hechos que tal vez no les habían sido aún revelados. En definitiva, todavía aliento la esperanza de que este trabajo sirva a una buena causa: entonces podría concernir a todos aquellos que no renuncian a su condición de prójimos. Jean Améry no es el nombre real del autor, sino un pseudónimo, el que Hans Mayer elige cuando a raíz de la anexión de Austria por Alemania en 1938 decide emigrar a Bélgica. Jean Améry (o Hans Mayer) nació en 1912 en Viena, donde estudió Filosofía y Letras. Arrestado y deportado por los alemanes, se escapa del campo de Gurs y se une a la resistencia antinazi en Bélgica. En 1943 es arrestado de nuevo e internado hasta 1945 en el campo de concentración de Auschwitz. Tras la liberación regresa a Bruselas, donde comienza su carrera como escritor y crítico, colaborando, al mismo tiempo, en la radio y la televisión. En 1978 decide quitarse la vida en la ciudad de Salzburgo, en Austria. Otras obras del autor: Charles Bovary, médico rural; Levantar la mano sobre uno mismo (Pre-Textos, 1998); Más allá de la culpa y la expiación (Pre-Textos, 2001); Revuelta y resignación. Acerca del envejecer (Pre-Textos, 2001); Lefeu o la demolición (Pre-Textos, 2003); Años de andanzas nada magistrales (Pre-Textos, 2006).
Charles Bovary, médico rural es la última obra de Jean Améry. Se publica en 1978. Pocos meses después de su publicación, Jean Améry interrumpe un viaje de conferencias por Alemania que debía finalizar con su discurso de ingreso en la Deutsche Akademie für Sprache und Dichtung, se dirige a un hotel en Salzburgo y se quita la vida. Como la mayoría de las obras de Améry, Charles Bovary, médico rural se presenta primero en forma radiofónica. La obra muestra de forma diáfana cómo para Améry la crítica literaria y la creación literaria se imbrican borrando sus fronteras, cómo lectura y escritura, literatura y ensayo forman una unidad determinada siempre de forma radical por la propia biografía y por la propia subjetividad. Evidencia el radicalismo de Améry al plantear la relación entre literatura y realidad, entre literatura y mundo determinado por el sujeto. Se podría decir que Améry deconstruye la pretensión totalitaria de la impassibilité, de la ?pluma como escalpelo? (Sainte Beuve) de Flaubert, a base de mostrar todas las incongruencias de la descripción de Charles; lo desenmascara como inverosímil, lo lee contra corriente, por decirlo así, y da a Charles Bovary, visto como víctima de su creador, la posibilidad de una nueva vida digna, y también trágica. Marisa Siguan. Jean Améry no es el nombre real del autor, sino un pseudónimo, el que Hans Mayer elige cuando, a raíz de la anexión de Austria por Alemania en 1938, decide emigrar a Bélgica. Jean Améry (o Hans Mayer) nació en 1912 en Viena, donde estudió Filosofía y Letras. Arrestado y deportado por los alemanes, se escapa del campo de Gurs y se une a la resistencia antinazi en Bélgica. En 1943 es arrestado de nuevo e internado hasta 1945 en el campo de concentración de Auschwitz. Tras la liberación regresa a Bruselas, donde comienza su carrera como escritor y crítico, colaborando, al mismo tiempo, en la radio y la televisión. En 1978 decide quitarse la vida en la ciudad de Salzburgo, en Austria. Otras obras del autor: Levantar la mano sobre uno mismo (Pre-Textos, 1998, 2005); Más allá de la culpa y la expiación (Pre-Textos, 2001); Revuelta y resignación. Acerca del envejecer (Pre-Textos, 2001); Lefeu o la demolición (Pre-Textos, 2003); Años de andanzas nada magistrales (Pre-Textos, 2006); Lugares en el tiempo (Pre-Textos, 2010); Los náufragos (Pre-Textos, 2013).
Lefeu o la demolición (1974) es la única novela publicada de forma íntegra por Jean Améry antes de suicidarse (1978). El superviviente de Auschwitz tuvo que enfrentarse al enmudecimiento provocado por la experiencia concentracionaria y al problema de los límites de la representación literaria del dolor. Su preocupación constante por la insuficiencia del lenguaje poético se extiende en esta antinovela de formación a la representación pictórica de la realidad en la figura de Lefeu, un pintor fracasado que se resiste a la banalización del mal y a la comercialización del arte en el nuevo mercado global. Fiel al figurativismo de las primeras vanguardias Lefeu es consciente del ineluctable proceso de envejecimiento cultural, pero no se resigna a contemporizar con las tendencias pictóricas dominantes: abstracción, pop-art, ni siquiera con la propuesta oportunista de hacer retornar el figurativismo mediante la etiqueta del realismo metafísico. Todas estas tendencias las reúne Amèry bajo el término de decadencia rutilante, concepto en torno al cual gira una sugerente meditación sobre el nihilismo que no ha dejado de nutrir al pensamiento contemporáneo. Frente al llamado milagro alemán y los nuevos aires culturales (sin excluir los precedentes de la posmodernidad) el protagonista asume la demolición como destino y prefiere la intemperie de la ruina a la protección de las identidades que sirven de falso hogar. Un relato que combina la reflexión ensayística y la ficción en un intento de distanciarse de su condición de literato testimonial que no consigue ocultar las dolorosas experiencias autobiográficas: exilio, tortura, tentativas suicidas y envejecimiento.
En la obra de Améry es imposible distinguir entre sí, los géneros literarios, diferenciar el ensayo de la autobiografía y ésta de la reflexión filosófica y literaria. La autobiografía es la base de todo, pero los datos biográficos que narra el autor son escuetísimos, por no decir mínimos. Con gran economía de medios, incluso con laconismo, los expone como hechos que jalonan las reflexiones a que inducen. Éstas son las que vertebran temáticamente su obra.