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LA PASIÓN SEGÚN GEORG TRAKL
«Tal como uno de esos pálidos ángeles de mármol que se emplazan sobre los sepulcros, como un pálido mensajero sobre las ruinas del fin de una época, Georg Trakl se alza como el testigo —testigo, partícipe y víctima— de la imposibilidad de nuestro tiempo: encarnar el alma en el mundo. Trakl miró la vida y vio la muerte, por eso escribió, para vivir. Para dejarnos lo que fue esa vida: su obra. Hace años, decenios, que convivo con ella, que me dejo herir por la belleza de la poesía de Trakl. De esa convivencia —vivencia con lo fascinante y lo terrible, la belleza y la revelación de su poesía— surgieron estas páginas. Este libro, sinceramente, ni explica ni sabe: cuenta. Dice mi hablar de Trakl hablando con Trakl. Narra lo que me pasó, me pasa, encontrándome una y otra vez con él. Dice qué pasó entre mi escucharlo y su decirme, lo que me dio a sentir y lo que me hizo pensar. Ese entre es este libro, desde ese entre nació. Este libro y mi gratitud por la lacerante belleza que Trakl nos dejó» (Hugo Mujica).

POEMAS 1906-1914 (GEORG TRAKL)
TrakI es uno de los primeros poetas expresionistas, con matices surrealistas, influido por Baudelaire, Rimbaud, Hölderlin y Dostoievski. Su obra es una de las más originales del siglo. Sus imágenes gráficas y visionarias son difíciles de interpretar, pero expresan un sentimiento de amenazadora urgencia en la experiencia, una fascinación por la corrupción y a pesar de ello, un anhelo de orden espiritual.

POESÍA COMPLETA (TRAKL, GEORG)
«Oh el infierno del sueño; oscura calleja, pardo jardincillo. Suave suena en la tarde azul la figura del muerto. Verdes florecillas voltean en su redor y su rostro la ha abandonado. O se inclina pálido sobre la fría frente del criminal en lo oscuro del vestíbulo; adoración, púrpura llama de la voluptuosidad; moribundo se precipitó el durmiente sobre negras gradas en la oscuridad».

SEBASTIÁN EN SUEÑOS (TRAKL, GEORG)
El yo poético que se expresa en una obra no se confunde ciertamente con la persona del autor de ésta y el poeta de Sebastián en sueños, como ya ha observado la crítica, escribe una poesía "impersonal": en la poética de Trakl la "forma universal" habla mejor al lector que la forma "estrechamente personal"; pero eso no supone que la poesía no refiera, por ocultos caminos, a la experiencia íntima que el poeta, un ser humano entre otros, tiene del mundo. La experiencia vital de Trakl, preñada de angustia y sentimiento de culpa; el vivo sentimiento de decadencia y derrumbe de un mundo familiar; la vida alucinada por la que duramente avanzó, las drogas, el alcohol, la relación incestuosa con su hermana trazan invisibles líneas o surcos, versos ya en buena cuenta, a los que la mano del poeta imprimirá en la escritura del poema una forma y un sentido universal. Georg Trakl (1887-1914) no sólo cifra en su obra poética las tendencias esenciales de lo que sólo después de su temprana muerte vino a llamarse en el mundo germánico Expressionismus, el movimiento poético sin duda más importante que se ha dado en Occidente después del romanticismo: encarna sobre todo de manera sobrecogedora la conciencia del fin, la visión del más sangriento de los crepúsculos en el umbral de este siglo alumbrado entre los estragos de una guerra por primera vez mundial. Se podría decir pues que el gran poeta austriaco es un vate en la acepción más clásica del término.