En Resistencia, ciudad del noreste argentino, tienen lugar los juicios contra los responsables de la Masacre de Margarita Belén. Corre el año 2010 y el narrador de esta historia es hijo de militantes montoneros durante la dictadura militar. Convocado para hacer la crónica de esos juicios, comprenderá que se trata de una tarea que lo convierte en observador no sólo de las declaraciones ?que basculan entre el espanto y la indiferencia? sino también de su propia y aún breve trayectoria vital. Y al tiempo que se suceden los testimonios de la tragedia, esa voz narradora ?que traza un camino desde la niñez a una improbable madurez? busca darse un sentido a través de la literatura y, sobre todo, a través del milenario y noble ejercicio de correr.
Fue Heráclito quien dijo «Carácter es destino», y llevaba razón. Daniel Basanta es raro. Raro para sí mismo y raro para los demás. Rara es su familia, y su país es más que raro. Raras son su educación moral y sentimental. Raras son sus obsesiones: la máquina de millón Surf-Party y la conga. Raras son sus continuas fugas de casa y de la realidad. Rara es su relación con las chicas. Raras son su tristeza y su alegría. También es muy raro hallar tanto sentido común y las raras consecuencias de ejercerlo. Su destino no es nada raro. Esta novela rebosante de comicidad y dolor es la historia de los raros de este mundo, la nuestra. Un abuelo excéntrico y dudosamente cosmopolita, Mujeres-Tachán y Hombres-Tachán, aquella morenita del grupo infantil Los Gominolas, un padre bebedor ahogado en las circunstancias, el legendario Mike «Da Cat» Dora, unos niñatos que anuncian la fría mezquindad de todo, el hombre que quiere matar a «El Pecos», misteriosas llamadas telefónicas, un león que huele a muerto, algunas vacas, tres modernos y un par de curas forman el elenco de esta novela, que, como cualquier otro espejismo de eso que llaman realidad, se nos antoja de iniciación para revelarse finalmente como una culminación.
Publicada por primera vez en tres volúmenes entre 2002 y 2003, El día del Watusi supuso la consagración de Francisco Casavella como uno de los talentos mayores de nuestras letras. Novela inagotable sobre «los cómos, los porqués, los para qués y los y qués» de la transición española, en palabras del autor, su relectura da por buena la imagen casavelliana del novelista como el guía mestizo de los westerns, aquel que se avanza a la tropa, se expresa en un lenguaje extraño y nos avisa de que las cosas no son lo que parecen. Recapitulemos. Barcelona, enero de 1995: a Fernando Atienza, un arribista más bien cómico y en las últimas, le encargan un Informe Confidencial acerca de uno de esos personajes oscuros que frecuentan indistintamente las páginas de tribunales y los ecos de sociedad de los periódicos. En un contexto de disolución de la democracia a golpe de escándalos políticos y financieros y de pequeñas y grandes claudicaciones, Atienza se dispone a repasar la historia de su ciudad y de su país. Pero también la de su vida. Todo empezó el 15 de agosto de 1971, el día en que con su amigo Pepito el Yeyé corrió detrás del Watusi por toda Barcelona para avisarle de que lo buscaban por la violación y el asesinato de la hija del cabecilla del barrio. rancisco Casavella murió repentinamente a los cuarenta y cinco años, en diciembre de 2008, mientras escribía una nueva novela que recuperaba el personaje de Fernando Atienza. Tampoco él había podido abandonar el mundo del Watusi. Y, como el propio Watusi, la gran novela de Francisco Casavella se ha convertido en un auténtico mito. La recuperamos en un volumen, con las últimas correcciones que incorporó el autor y con prólogos de Kiko Amat, Carlos Zanón y Miqui Otero.
Elevación, elegancia y entusiasmo reúne los artículos y ensayos de Francisco Casavella escritos entre 1984 y 2008, en diferentes publicaciones, desde revistas de música o de cómic, como Cairo, Rock de Lux, Ajoblanco o Co&Co, hasta los principales suplementos literarios españoles (ABC, El País o El Mundo). La música, el cine y sobre todo la literatura son los ejes principales de estos textos que leídos hoy ofrecen en su conjunto una verdadera nueva obra de Casavella. A él, novelista, los artículos le sirvieron para dibujar los confines de su propia obra narrativa, para explorar los caminos que se abrían a lo largo de la escritura de novelas como El triunfo, Quédate, Un enano español se suicida en Las Vegas, El secreto de las fiestas, El día del Watusi o Lo que sé de los vampiros.
No. No es sólo culpa de la decadencia del barrio desde que el jefe del hampa, un ex legionario apodado el Gandhi, está de capa caída y ya no puede controlar a moros, negros y ediles atrapados por el ansia de la especulación inmobiliaria. No. Esa sensación de no vivir ya en una fiesta interminable, callejeando sin rumbo junto al Topo y el Tostao para recalar en el bar dela Chata y allí cantar a ritmo de rumba y rasgueo de guitarra, como hizo el Guacho, cuya voz todo el mundo recuerda; esa sensación, digo, dice el Palito, la voz de esta tragedia, tiene una sola causa: la venganza que al Nen, Hamlet de arrabal, le corroe el alma y la garganta. Escrita en 1990, El triunfo nos habla de la Barcelona preolímpica a través de sus personajes marginales, manguis de arrabal sumergidos en la tragedia de la decadencia, cuyas potentes voces resuenan en la mente del lector mucho después de haber cerrado el libro. FRANCISCO CASAVELLA Nació en Barcelona en 1963 y ha publicado El triunfo (1990), Quédate (1993), Un enano español se suicida en Las Vegas (1997) y El secreto de las fiestas (1997). Su trilogía, El día del Watusi, publicada en un solo volumen por DeBols!llo, tuvo un gran éxito de crítica y público. También ha trabajado como guionista y colabora en prensa. Actualmente reside en Barcelona.
" El triunfo " utiliza como columna vertebral partes de la anécdota shakespeariana de " Hamlet " : la venganza, el hijo que se siente traicionado por todos y especialmente por su madre, la desaparición del padre, etc. Estos elementos funcionan como telón de fondo de una historia para la que Casavella conjugaría los elementos básicos de su aprendizaje: un entorno que conocía, unas historias que contadas una y mil veces había oído, la música de la rumba catalana que, por darle, le dio hasta el título, y un trasfondo real del presente de una ciudad (y un barrio) en transformación: la llegada masiva de los inmigrantes africanos y árabes, las excavadoras que ejecutan la demolición de manzanas enteras y las reyertas entre clanes por el control de la droga. Con estos elementos construye Casavella una fábula que se sustenta sobre una tradición narrativa oral, la del personaje que " cuenta " o quiere dejar testimonio, cual Lázaro de Tormes moderno, de su " caso " , de su vida, de lo que vio y de lo que vivió, para que, de algún modo, el texto se convierta en su salvación o en su confesión, en su redención o en su justificación.
Martín de Viloalle asumirá durante su vida las consecuencias de la única decisión que toma con plena libertad: acompañar a los jesuitas expulsados de España el 2 de abril de 1767. Ésa y otras circunstancias tragicómicas le llevarán hasta Roma, los estados alemanes, el reino de Dinamarca, el París revolucionario y aun más allá. En esos años, será miembro nada honorable de una sociedad marginal, itinerante, filosófica, artística o estafadora, dedicada a vagar de corte en corte para entretener el gusto, el sexo, el intelecto y, sobre todo, el tedio de la clase superior. Ilustrados y aventureros: personajes que construyen su identidad tras una máscara permanente hasta alcanzar claves muy peculiares sobre el engaño de la condición humana y el espejismo de la Historia. Visionarios corruptos quizá, pero visionarios al fin, que adulando a la nobleza del Antiguo Régimen modelaron las apariencias de una nueva época. La nuestra.
Para Ignacio Losada, los sucesivos y descacharrantes reencuentros con Carlos, su hermano mayor, un jugador yeyé en las últimas, supondrán bastante más que el ejercicio de la piedad con alguien acosado, simultáneamente, por la sed metafísica y un ejército de matones; una transferencia de gestos y culpas le enfrentará a la fragilidad de sus entusiasmos y al presagio constante de la tragedia, para depositarle bruscamente en los demasiado ciertos páramos de la edad adulta. Entre trepidantes aventuras en el bajo mundo barcelonés, reservados dudosos y tugurios, ardides, fugas y envites, bajo la invocación de Chester Winchester, el enano español que se suicidó en Las Vegas tras el logro de un imposible en la mítica del jugador, los dos hermanos rendirán tributo al azar y al cálculo, que han hecho de ellos lo que son y lo que serán en una ciudad en la que, en palabras de Alfonso Costafreda, «todo temor mío encuentra aquí su nombre». Una espléndida e inquietante novela con la que Francisco Casavella confirmaba plenamente las esperanzas suscitadas por El triunfo, su celebrada ópera prima; una pieza tan excitante como equilibrada, llena de giros sorprendentes y mecanismos cinematográficos, erigida sobre un subtexto de mentiras, imposturas, ficciones, falacias. Con encendida viveza y estimulante variedad de registros, he aquí una de las obras más redondas de un autor que dejaba con ella de ser promesa para convertirse en realidad palpable, que el paso de los años no ha hecho más que ratificar. «Pocos entre los nuevos narradores como Francisco Casavella parecen tener tanto que contar y tantas ganas y capacidad de hacerlo. Se confirma su creciente dominio del lenguaje y de los recursos narrativos, además de sus habilidades para mantener al lector en suspenso hasta la última página. Un mundo descrito con nerviosas y atinadas pinceladas, con un estilo literario cuidado, con cierto humor sardónico, con un ritmo que engancha como una voz hipnótica» (Ignacio Vidal-Folch, Qué Leer). «Ratifica plenamente las expectativas alentadas por El triunfo. Un decidido paso adelante en la esmerada elaboración de una prosa poética muy cuidada en la precisión de su sintaxis, en la rapidez de sus diálogos y en la eficacia de su ritmo narrativo emparentado con técnicas cinematográficas» (Ángel Basanta, ABC).
«Soy un raro de concurso», confiesa en la primera frase de la novela Daniel Basanta, también conocido como Danielucho, o Lucho a secas. «Mi rareza es de marciano en misión especial en la Tierra, que disimula el día entero, todos le siguen mirando y el marciano no sabe por qué, y resulta que le miran porque es verde.» Daniel es un marciano que no acaba de encajar en el mundo. ¿O acaso es el mundo el que es raro de narices?Esta es una novela de formación ?eso que los alemanes llaman Bildungsroman?, solo que con futbolines, una máquina del millón, congas y rumbas, gente de barrio, primeros amores y un mítico surfista de nombre Mickey Dora al que le ofrecieron la fama y optó por desaparecer... Y, como en toda novela de formación, hay una búsqueda, solo que en este caso no es la del Santo Grial, o acaso sí, porque lo que busca Daniel es nada menos que el Secreto de las Fiestas.Es su abuelo, cosmopolita a su pesar con sus viajes por el mundo tocando la conga, el que le cuenta ese secreto, resumido en siete pautas, la última de las cuales dice: «Reconoce que el secreto nunca termina.» Y ese abuelo es solo el primero de los bichos raros con los que Daniel irá topándose: también están su padre, que tocaba para los marineros de la VI Flota cuando desembarcaban en Barcelona, y Chenta, que no es raro sino rara, y Laura...Y si la novela está poblada de raros inadaptados, también incluye en su seno una singular rareza: fue escrita dos veces. Casavella la publicó en 1997 como obra juvenil y la reescribió en 2006 en versión adulta, haciéndola más áspera y sombría, perfilando a Daniel como uno de sus grandes antihéroes que luchan por abrirse paso en un mundo que no acaban de entender, siempre con la ciudad de Barcelona al fondo.