Miscelánea de estudios como homenaje al Profesor don Emilio Alarcos Llorach, con motivo de sus veinticinco años de docencia en la Universidad de Oviedo.
Miscelánea de estudios como homenaje al Profesor don Emilio Alarcos Llorach, con motivo de sus veinticinco años de docencia en la Universidad de Oviedo.
Miscelánea de estudios como homenaje al Profesor don Emilio Alarcos Llorach, con motivo de sus veinticinco años de docencia en la Universidad de Oviedo.
La revolución darwiniana, lejos de ser algo ya superado, como a veces se pretende, aún no ha concluido del todo. Y no ha concluido porque todavía nos falta una adecuada explicación darwinista de uno de los aspectos fundamentales de los seres vivos. Tenemos explicaciones darwinistas de cientos, quizás de miles de rasgos adaptativos, pero aún no contamos con una explicación bien establecida del origen y desarrollo evolutivo de las capacidades cognitivas en aquellos seres vivos que las poseen, y muy en particular del origen y desarrollo evolutivo de la mente humana. Este libro analiza las principales hipótesis que han elaborado los científicos al respecto e intenta obtener algunas conclusiones filosóficas relevantes a partir ellas y de los datos sobre las que se sustentan. Antonio Diéguez es catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Málaga. Sus líneas principales de investigación son la epistemología evolucionista y el realismo científico. Entre sus publicaciones destacan los siguientes libros: la teoría de las ciencias morales en John Stuart Mill (1988), Realismo científico (1998) y Filosofía de la Ciencia (2005), publicado este último por Biblioteca Nueva.
Se ofrece en esta obra un estudio exhaustivo de los hechos lingüísticos que se reflejan en la escritura de las Glosas Emilianenses, notas marginales sobre el texto latino de un códice, según el autor, que en esto recoge las tesis acuñadas en su día por Menéndez Pidal, añadidas en el monasterio riojano de San Millán de la Cogolla en una fecha indeterminada de la segunda mitad del s. X (hoy se tienden a llevar al s. XI, y no es nada segura su adscripción riojana). Sobre esta base, el autor expone una visión rigurosa y atractiva sobre la situación del dialecto románico luego llamado castellano, en particular en las tierras riojanas, desde antiguo tierras de cruce de pueblos y lenguas. Con posterioridad se estudian las vinculaciones de los romances leonés y castellano, señalando el entrecruzamiento de fenómenos lingüísticos, lógica consecuencia de las relaciones históricas entre los viejos reinos medievales y de la cercanía de las formas lingüísticas allí desarrolladas. Finalmente, el autor construye una hipótesis sugerente sobre la constitución del castellano a partir del solar cántabro, en el que convergían, por un lado las tendencias provenientes del oeste (del ámbito lingüístico astur-leonés) y por otro las procedentes del este, de naturaleza lingüística eusquérica: todo ello conformó la peculiaridad lingüística del castellano primitivo. Por otro lado, esta visión histórica le sirve al autor para replantear cuestiones que atañen al castellano (o español, término este preferido por el autor) en el siglo XX y en las peculiares circunstancias históricas en que se produjeron estos trabajos (final de la década de 1970, época de profundos cambios en la vida española).
Convencido defensor e impulsor de las teorías estructuralistas, particularmente del funcionalismo, Emilio Alarcos Llorach se propuso aplicar tales postulados al estudio de la lengua española. La primera obra fruto de esta concepción metodológica fue Fonología española, libro adelantado (pionero) que se erigió en uno de los primeros tratados fonológicos europeos en aplicar (en poner en práctica) las propuestas del Circulo Lingüístico de Praga. Desde su aparición, este sólido manual fonológico se ha convertido en un libro de referencia de trascendental importancia tanto en el ámbito de la lengua española como en el plano internacional de la lingüística.