Senso es un melodrama escrito en primera persona por la condesa Livia, quien nos cuenta su historia de amor con un joven y apuesto teniente austriaco, vividor oportunista y sin escrúpulos que la empuja al adulterio y a la humillación. Camillo Boito describe con suma elegancia este relato sobrecogedor, en el que asoma sin reparo la complejidad de la condición humana y sus pasiones el amor, la mentira, la venganza, en una espiral de sentimientos donde el amor y la muerte sólo son dos caras de una misma moneda. Luchino Visconti llevó Senso al cine en 1954, con Alida Valli y Farley Granger como protagonistas, una adaptación que hoy todavía es considerada una de las mejores de la historia del cine.
El color en Venecia contiene cuatro relatos que Camillo Boito escribió entre 1876 y 1891. Tres de ellos son un homenaje a Venecia, donde encontramos deliciosos apuntes pictóricos, ambientales, que nos traen el color de Venecia, su sensualidad y las sensaciones que capta una mirada inteligente, mientras glosa el arte de pintar la ciudad y sus vicisitudes. Dante, Petrarca, Boccaccio, Shakespeare, son evocados junto a la legión de pintores que han hecho de Venecia un desafío para su arte y motivo de búsqueda. Venecia y la música confluyen mágicamente en El maestro de setticlavio, considerado la obra maestra de Boito. El demonio mudo es bello e inclasificable. Cuatro horas en el Lido, el relato que cierra el volumen, es una pequeña joya que desgrana la maravilla de un atardecer en Venecia, el puro goce de su cielo, su mar, su horizonte y una percepción de la vida que solo Venecia puede darnos. Boito nos dice de la ciudad: «Es una guirnalda de flores aromáticas; es un collar de piedras preciosas. Es una cosa lasciva e imponente».