¿Por qué uno de los barrios más castizos de Madrid lleva el nombre de “La Latina”?, ¿Quién es esa mujer, Beatriz Galindo, que da su nombre a un Instituto céntrico de Madrid? Beatriz Galindo, llamada “La latina” nacerá en una fecha próxima a 1465. Cuentan las crónicas que ya a la temprana edad de dieciséis años destacaba por sus conocimientos de la lengua latina y de los filósofos clásicos. Consejera, amiga y preceptora de la reina Isabel La Católica, a su muerte dedicará su vida a la construcción y gerencia de una serie de fundaciones benéficas encaminadas a aliviar la vida de los más necesitados. No por ello dejó la vida pública y, a la muerte de la reina Isabel, será su marido Fernando y el mismo Carlos V quienes acudirán a consultarla en asuntos de Estado
Beatriz Galindo fue la primera mujer conocida que se dedicó a la docencia en España. Nacida en Salamanca, oriunda de una familia de humildes hidalgos que vivía a pasos contados de las bulliciosas aulas del alma máter salmanticense, vivió su infancia y primera juventud en esta ciudad, impregnándose del espíritu universitario que había convertido su Estudio General en referencia del saber humanista de finales del siglo xv. Entre escolares y maestros alimentó su afán por aprender y enseñar. Desafiando su condición de mujer, y con tan solo dieciséis años, en un mundo acotado por hombres, consiguió el reconocimiento de sus insignes contemporáneos por su excelsa instrucción en la lengua del Lacio y que su gloria llegara a oídos de los Reyes Católicos. Maestra de Isabel la Católica al principio, y de sus hijas posteriormente, compartió con la reina los veinte postreros años de su vida en la familiaridad de su despacho y aposentos. El destino y la previsión dinástica quiso que el futuro de una buena parte de Europa pasara por la vida de sus cinco alumnas más próximas, la reina y sus cuatro hijas: Isabel de Castilla, casada con Fernando de Aragón; doña Juana, casada con Felipe el Hermoso; Catalina de Aragón, casada sucesivamente con Arturo, Príncipe de Gales, y Enrique VIII de la casa Tudor de Inglaterra, e Isabel y María, casadas con Manuel I de Portugal. Beatriz, conocida ya con el respetuoso apelativo de la Latina, contrajo matrimonio, según el deseo real, con uno de los grandes héroes del final de la Reconquista: Francisco Ramírez de Madrid, el Artillero. A su muerte dejó descendencia y fundaciones suficientes como para que su memoria perdure en Madrid se honra con su nombre al céntrico barrio donde se asentó-, a pesar de las trabas que el fuego, los saqueos de la Guerra Civil y el tiempo han puesto para esta investigación.
Esta obra de teatro narra el viaje a Suecia en enero de 1937 de la primera diplomática española, Isabel Oyarzábal Smith (alias "Beatriz Galindo" para sus lectores). La autora llega a Estocolmo con instrucciones precisas del gobierno de la República. En la soledad de aquellas latitudes, Isabel debe afrontar un obstáculo inaudito, tan enojoso como delicado, que escapa a cualquier previsión. Por ingenio de Concha Méndez, en su ayuda acuden refuerzos no menos insólitos: sus compañeras de vida y causa, pensadoras y creadoras comprometidas con el progreso social, educativo y artístico que marcaron la radiante modernidad, indecorosa y aventurera, de los años veinte. La obra es una reivindicación de una serie de mujeres, creadoras y pensadoras, que gravitaron alrededor de la generación del 27.