Alberto Insúa, corresponsal de la Gran Guerra presenta una faceta menos conocida del autor, la de periodista y, más concretamente, de corresponsal en París del periódico ABC en la primera guerra mundial, entre 1915 y 1917. En su centenario, la presente edición recupera dos textos publicados este último año, Páginas de la guerra. Por Francia y por la libertad y Nuevas páginas de la guerra. Son artículos en los que describe los paisajes en el fragor de la guerra, enumera y enjuicia las controvertidas posturas de políticos e intelectuales del momento desde una perspectiva abiertamente francófila -entreverando la literatura con la guerra-, narra los avances y retrocesos de la contienda y detalla el acontecer diario de los soldados. Como Plutarco, ?la anécdota es la sal de la Historia? repite Alberto Insúa, quien expone su personal visión de la guerra y de las partes implicadas en la misma, sin soslayar lo sórdido y desagradable, dándose la mano ?lo trascendente y lo fugitivo?.
La editorial Cisne de Barcelona publicó, entre 1935 y 1936 la única colección dedicada a la revista musical, El teatro Frívolo y paralelamente El teatro Selecto, colección de obras teatrales.
La idea madre al abordar la construcción teatral de este Herodías-Salomé es original: cada acto de los tres que componen la obra tiene su origen en un autor diferente: Mallarmé, Flaubert y Wilde, pero forman un todo coherente y un continuo temporal. Nominar los actos con el nombre de cada autor del texto original resulta obligado. Mas en todos los casos el texto resultante no es una traducción sino una reescritura. Los personajes dicen lo que se quería decir, unas veces sobre el texto y otras al margen de él.
Dicen que las vanguardias se encanallan en el éxito. Alberto Insúa no fue vanguardia, ni falta que le hacía, y el éxito le acompañó desde el inicio de su carrera literaria. Fue, a todas luces, un triunfador. El barco embrujado es, seguramente, su mejor novela y habrá sin duda de despertar el interés de los lectores en el inicio del siglo XXI. ¿Por qué? Su enorme originalidad de concepto y realización la hace una de las principales novelas fantásticas y especulativas españolas (y europeas) del siglo XX. Su «país donde la vergüenza no existe» representa un nuevo espacio del más allá, un anteparaíso que adopta el aspecto de una utopía puramente erótica, lo que apenas tiene precedentes y casi ninguno con una dimensión sobrenatural, de ciudad de Dios en la que el amor en que tanto insiste el Cristianismo es el amor terrenal. La dimensión utópica, la fantástica y la teológica casan perfectamente en esta novela, cuyo experimentalismo moderno no está reñido con la amenidad, lo que indica una maestría que permite considerarla una de las muestras más sorprendentes y logradas de lo que se podría considerar el art deco literario. La literatura española no está tan sobrada de narraciones verdaderamente originales e intelectualmente pertinentes como para seguir desdeñando El barco embrujado, como tampoco lo está de obras verdaderamente cosmopolitas como lo es esta novela de personajes y circunstancias prácticamente mundiales (además de mundanos). Pocos rescates eran tan necesarios como este. Edición Mariano Martín Rodríguez. Mariano Martín Rodríguezes doctor en Filología, codirige la revista de estudios en línea Hélice. Ha publicado libros y decenas de artículos en revistas científicas de humanidades, en España y en otros países, sobre distintos aspectos de la literatura moderna, entre otras cosas sobre teatro y literatura fantástica y, especialmente, ficción especulativa. Ha preparado ediciones académicas en estos géneros de autores de la Edad de Plata, como Agustín de Foxá (Historias de ciencia ficción, 2009), Luis Araquistáin (El archipiélago maravilloso, con su continuación inédita Ucronia, 2011), José María Salaverría (Ciencia ficción, fantasía y aventuras, 2015) y Antonio de Hoyos y Vinent (Los cascabeles de Madama Locura, 2015). Alberto Insúa (Alberto Galt Escobar), escritor español nacido en La Habana en 1885 y fallecido en Madrid en 1963, fue uno de los novelistas de mayor éxito de público y crítica de la España de la Edad de Plata, además de conocido periodista. Sus narraciones destacan por la maestría con la que cultivó el popular género galante, alcanzando a veces éxito internacional, con en el caso de su novela más célebre, El negro que tenía el alma blanca (1922), que se ha reeditado académicamente hace unos años, igual que otra novela suya, Humo, dolor, placer (1928). Funden erotismo y fantasía especulativa las que son quizá sus dos mejores novelas para un lector de hoy, El barco embrujado (1929), aquí reeditada, y El amante invisible (1930), original tratamiento del motivo del pacto fáustico. Sus Memorias: mi tiempo y yo, en tres volúmenes (1952, 1953 y 1959), suman a su alto valor documental como testimonio de la vida intelectual y social de su tiempo el atractivo de su escritura siempre elegante. Mariano Martín Rodríguez doctor en Filología, codirige la revista de estudios en línea Hélice. Ha publicado libros y decenas de artículos en revistas científicas de humanidades, en España y en otros países, sobre distintos aspectos de la literatura moderna, entre otras cosas sobre teatro y literatura fantástica y, especialmente, ficción especulativa. Ha preparado ediciones académicas en estos géneros de autores de la Edad de Plata, como Agustín de Foxá (Historias de ciencia ficción, 2009), Luis Araquistáin (El archipiélago maravilloso, con su continuación inédita Ucronia, 2011), José María Salaverría (Ciencia ficción, fantasía y aventuras, 2015) y Antonio de Hoyos y Vinent (Los cascabeles de Madama Locura, 2015).
Alberto Insúa (La Habana, 1883 Madrid, 1963), nos cuenta la historia de un hombre negro, educado en el seno de una familia blanca acomodada, que se traslada de Cuba a Madrid tras el conflicto bélico del 98. El negro que tenía el alma blanca es una historia de pasión, desengaño, poder, desilusión, dinero, infelicidad... insertos en una acción situada en un tiempo externo reconocible, la guerra de Cuba (1895-98), sus inmediatos años posteriores y la época de entreguerras. Las referencias históricas, políticas y sociales son continuas. Con el telón de fondo del clima y paisaje cubanos, describe el narrador los ambientes alegres de algunas ciudades europeas, como Madrid, con sus barrios castizos; París, con sus grandes restaurantes y sus cabarets de lujo; los lugares más representativos de Barcelona o el Trafal-gar Square de Londres, donde late el sentir de Europa, ávida de gozo y presente, tras la contienda. Tres son los ambientes en que viven los personajes: el mundo decadente del teatro, la aristocracia corrompida y la burguesía un poco cosmopolita de los tiempos de paz. El tema es el conflicto de un hombre negro con un alma blanca, con toda la simbología que la palabra entraña: no sólo heredero de toda la tradición cultural del hombre blanco, sino poseedor de un corazón noble, un alma limpia bajo una piel negra, en una sociedad llena de prejuicios. El tema del negrismo cobra una dimensión trascendental; la cuestión que subyace es la pregunta existencial: ¿qué es un hombre, su cuerpo o su alma? La novela tuvo tanto éxito que fue llevada al cine por Benito Perojo en dos versiones: una muda, de 1926-27, y otra ya sonora y musical, de 1934. La edición se completa con una introducción, notas a pie de página y una bibliografía selecta.
Es la reivindicación de Cuba y la crónica de Europa en un momento en que Madrid vive una modernidad superficial, una actividad intelectual de corte europeo que encubre un atraso secular. Alberto Insúa, por su popularidad, por ser espectador de excepción de unos hechos históricos que refleja en su novela, representa una figura insoslayable en la narrativa española de comienzos de siglo.