Entre las obras más populares de Alain Chartier (c.1385-1430), descrito como el ?padre de la elocuencia francesa?, se encuentra el Quadrilogue invectif (1422), una alegoría política redactada durante la Guerra de los Cien Años en la que Francia recrimina a sus tres hijos (Pueblo, Caballero y Clero) su desesperada situación. Este libro ofrece la primera edición crítica y un estudio detallado de la traducción castellana cuatrocentista del Cuadrílogo invectivo, una obra que sus lectores glosaron y transformaron para adaptarla a sus propios intereses culturales y políticos.
Los escritos sobre la felicidad del filósofo francés Alain, de los que el presente volumen es una muestra, constituyen un singular manual de higiene moral en el que su autor condensó sus mejores cualidades: un profundo conocimiento de la naturaleza humana, un riguroso bagaje filosófico y una voluntad expresiva clara, contundente y sumamente original. Alain analiza, en estos propos, las causas de la infelicidad de los hombres y propone una serie de consejos, impregnados de su naturalismo moral, su estoicismo y su racionalismo, como métodos infalibles para gobernar nuestras pasiones, provocadas por las ideas inapropiadas que nos atormentan y que Alain propone combatir cultivando la gimnasia, la cortesía y el buen humor.
Entre las obras más populares de Alain Chartier (c.1385-1430), descrito como el ?padre de la elocuencia francesa?, se encuentra el Quadrilogue invectif (1422), una alegoría política redactada durante la Guerra de los Cien Años en la que Francia recrimina a sus tres hijos (Pueblo, Caballero y Clero) su desesperada situación. Este libro ofrece la primera edición crítica y un estudio detallado de la traducción castellana cuatrocentista del Cuadrílogo invectivo, una obra que sus lectores glosaron y transformaron para adaptarla a sus propios intereses culturales y políticos.
Los escritos sobre la felicidad del filósofo francés Alain, de los que el presente volumen es una muestra, constituyen un singular manual de higiene moral en el que su autor condensó sus mejores cualidades: un profundo conocimiento de la naturaleza humana, un riguroso bagaje filosófico y una voluntad expresiva clara, contundente y sumamente original. Alain analiza, en estos propos, las causas de la infelicidad de los hombres y propone una serie de consejos, impregnados de su naturalismo moral, su estoicismo y su racionalismo, como métodos infalibles para gobernar nuestras pasiones, provocadas por las ideas inapropiadas que nos atormentan y que Alain propone combatir cultivando la gimnasia, la cortesía y el buen humor.