Durante el primer semestre de 1990 Ángel González vivió en Granada, hospedado en el Carmen de la Victoria, desempeñando la dirección de un grupo de estudiantes de la Universidad de Nuevo México, de cuyo departamento de Español era por entonces profesor. El que esos estudiantes pudieran desplazarse a Granada mediante un convenio de colaboración con nuestra Universidad para perfeccionar el conocimiento de la lengua y cultura españolas, era un proyecto que Ángel González había intentado llevar a la práctica desde que en 1986 viniera a Granada a leer sus poemas en la Universidad y entrara en contacto con los jóvenes poetas de la ciudad.
«Nunca dejes que te cojan» es una historia sucia que conecta de un modo directo, crudo y sin paños calientes, con la palpitante realidad de nuestros jóvenes: esas promociones posteriores a la denominada, como generación X que, en el corto plazo, deberían ir encontrando una posición en la compleja estructura social y dar sentido a su vida pero que, finalmente, acaba por no ser posible o, de serlo, resulta tan desolador el resultado que termina por hacerse cierta la frase con la que el autor levanta el frontispicio de su obra: «Desde la carretera es fácil confundir las luces de neón de los prostíbulos con las puertas del Cielo». Con un lenguaje propio de un superviviente, el personaje abre una rendija para que observemos -como en un lúbrico ejercicio de voyeurismo social- el día tras día de una realidad kafkiana marcada por las mil y una precariedades que trazan la existencia de Benjamín, alias Benji, nuestro protagonista, y la de quienes comparten con él ese escenario de la vida: precariedad laboral, precariedad ética, precariedad moral precariedad vital, en suma. Benji es un ángel urbano rodeado de demonios. Fregaplatos, encuestador, vigilante de seguridad, administrativo especializado en destruir documentos, mil oficios y mil infiernos. Su autor ha sabido hacer de su escritura una red que atrapa las emociones, las manifestaciones de lo no verbal, logrando que el lector capte no sólo lo que se transmite de modo literal en el texto sino lo que se puede percibir en el ambiente denso en el que Benji se mueve: un joven veinteañero en el inicio de la historia, fruto de una familia templada y gris ante la que no quiere aparecer, tras su independencia, como un fracasado. Nuestro personaje protege su integridad moral a través de su agudeza en la percepción de situaciones y capacidad de reacción verbal ante las constantes amenazas de su entorno cotidiano. Un humor ácido y permanente envuelve la reflexión de Benji a lo largo de todo el discurso narrativo. Un humor que le confiere aún si cabe más ternura e inocencia. La historia de Benji es una historia sorprendente con un final peculiar que no desvelaré pero que animo a todas y todos ustedes a recorrer.
Nueve destacados especialistas, nacionales y extranjeros, se enfrentan con la obra de Ángel González, al que consideran un clásico de nuestro tiempo y un poeta esencial de la segunda mitad del siglo XX. Las diversas perspectivas críticas con las que abordan la obra del poeta asturiano, convierten al presente libro en referencia obligada para todo conocedor y estudioso de la poesía española contemporánea. La realización expresiva del ideal machadiano de la palabra en el tiempo, circunstancial y circunstanciado, cobra en González un esplendor único en el contexto de la literatura hispánica. El presente texto explora propedéuticamente el decir poético de González como escritor español del tiempo que le ha tocado vivir. Analiza su razón poética como razón del tiempo que le ha tocado vivir. Analizan su razón poética como razón de existir, sus versos como testimonio de vida auténtica y responsable, su dicción como compromiso vital con el estado postrado e irredento de la humanidad histórica. El credo poético y la escritura comprometida de nuestro autor destacan poderosamente en un panorama literario ayuno de un compromiso real con el tiempo que nos ha tocado vivir. De ahí su valor para comprender nuestra paradójica situación actual. Es muy posible que nuestro poeta haya renunciado desde hace mucho tiempo a la esperanza, pero a lo que no ha renunciado es al convencimiento y a la rebeldía. Por otro lado su compromiso no es un difuso engagement, derivado del mayo del sesenta y ocho, ajena a su obra, y que se limita a la toma de partido en terminadas ocasiones y causas, o a la defensa de determinadas ideas en contestos en la que no es fácil. Su compromiso va más allá y nace del convencimiento de que la obra poética, de suyo, ya te compromete, porque ella es el grito de los sin voz, la voz de los oprimidos, la palabra de los que no tienen nada que decir, o no pueden hacerlo.
Toda la luz del mundo, libro galardonado con el Premio Internacional de Luteratura de Puerto Rico en el año 2000, es un declarado tributo y homenaje a Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca, libro del que González Quesada se confiesa devoto. Imaginando al poeta granadino en su periplo americano, Toda la luz del mundo, indaga en la probable imagen de García Lorca escribiendo su libro, trasteando con la vida y reconociendose en espejos diversos, a partir de sus poemas, de su biografía y otros escritos. Un cálido homenaje de admiración, tierno y doloroso, hacia uno de los libros fundamentales del siglo XX.
El presente estudio indaga en una estética literaria, la del ámbito creativo llamado realismo crítico o ético de los años cincuenta en España, desde una doble perspectiva. Por un lado, el marco de las configuraciones estéticas y creadoras de un itinerario de la lírica actual. Por otro, la poética de Ángel González como representante de una de las calas más significativas dentro de ese realismo de la postguerra en España, para desarrollarse en esa dirección bajo el signo de la poética del compromiso y del tiempo. Partiendo del contexto de aquel periodo histórico y de su desarrollo temporal se busca comprender un itinerario poético que llega hasta el momento actual, teniendo como referente creativo la poesía de Ángel González.
La fuerza del desaliento: Ángel González y la poesía del medio siglo español acerca al lector el periodo de iniciación, formación y madurez de uno de los autores imprescindibles de las letras contemporáneas en Lengua Española. Combinando el estudio biográfico con un análisis histórico del medio-siglo y el comentario propiamente literario de sus libros publicados entre 1956 y 1971, el autor propone un relato sobre la «crisis de la modernidad» en España y sus implicaciones ideológicas para nuestra cultura; vista siempre e interpretada a través de la trayectoria y la obra poética de Ángel González: desde la caída del sistema parlamentario liberal republicano y la implantación de un régimen fascista en 1939; todo el contradictorio proceso de organización de una oposición política e intelectual democrática durante los años 50 y 60 (la denominada «literatura social», entonces planteada como resistencia ética íntima frente a la ficción totalitaria franquista); hasta el umbral de la era postmoderna y la aparición de los nuevos fenómenos del capitalismo avanzado, la cultura masiva y la sociedad de consumo, antesalas ya del periodo de La Transición y la Constitución de 1978.
Conocer las empresas y la economía de un país es fundamental para adentrarse en su cultura, en su historia y en su realidad social. En Empresas, el periodista José Ángel Gonzalo ofrece un panorama de la actividad económica española a través de las empresas más representativas del país, y descubre además la cara más humana de algunas marcas tan conocidas como Camper, Zara o Mango. Y es que las historias personales que hay detrás de muchas de ellas ofrecen ejemplos asombrosos de trabajo y superación. Marca España es la nueva imagen que España quiere ofrecer dentro y fuera del país: la de una sociedad creativa, internacional y que busca la calidad. En cada libro se aborda un tema que va desde el mundo empresarial a la gastronomía, pasando por sus manifestaciones artísticas más importantes. Los textos se acompañan de fotografías, un glosario en español a pie de página, otro en varias lenguas al final del libro y actividades variadas. Por último, se incluye un CD con el relato completo y un vídeo.
Con el paso de los años, se ha comprobado que la influencia de la poesía de Ángel González en las generaciones posteriores es mayor que la de la mayor parte de sus contemporáneos en lengua española. Los estudios sobre su obra se han multiplicado, quedando olvidados sus primeros textos, que publicó desde 1947 en un diario de provincias, La Voz de Asturias, cuando comenzó a colaborar como crítico musical. A lo largo de más de 150 artículos, Ángel González fue descubriendo diversas cuestiones de estilo a la vez que entraba en contacto con algunas de las figuras de la música contemporánea de su tiempo. Sus inquietudes estéticas se manifiestan en muchos de estos textos, que coinciden con el periodo de formación del poeta, que pronto iba a publicar Áspero mundo tras conseguir en 1956 un accésit del Premio Adonais. Fernando Valverde, doctor en Filología Hispánica y profesor universitario en Estados Unidos, ha logrado con este riguroso trabajo de investigación recuperar más de un centenar de artículos de Ángel González que se encontraban perdidos, ya sea porque muchos fueron firmados con diferentes pseudónimos, o por su difícil acceso, al no estar expuestos al público ni filmados hasta hoy. Esta monografía resulta esencial para comprender la formación estética de uno de los más relevantes autores de la Generación del 50, ganador entre otros del Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
El término lengua coloquial suele asociarse a la obra poética de Ángel González. Sin embargo, no encontramos un tratamiento riguroso que demuestre su empleo como recurso artístico, pues se parte de la errónea equiparación de la variedad del discurso conversacional con la variedad «vulgar». Proponemos un estudio sistemático de los rasgos situacionales, desde su primera publicación, «Áspero mundo», hasta su último libro, «Nada grave». La inclusión de los procedimientos coloquializadores es generalizada y se manifiesta tanto en las composiciones de corte social como en las de temática amorosa y existencial. Esta peculiaridad es una constante esencial, que conlleva el replanteamiento de la tradicional clasificación de su poesía en varias etapas, al menos en el plano lingüístico.