Hay dos entes a los que no puedes evitar: la muerte y los hombres. En realidad, basándome en los últimos acontecimientos, creo que sería más fácil evadir a la primera. ¿Sabes cuál es el punto de estudiar en una institución exclusiva para mujeres? No hay chicos que distraigan tu atención. ¿Todo en lo que pienso ahora? Cómo desaparecer a ese imbécil sin levantar sospechas. Pero es tan difícil planear un homicidio cuando el tipo en cuestión es tu profesor. Un profesor de veintitantos cuyo objetivo es hacerme la vida imposible desde que casi lo despiden por mi culpa. En situaciones como estas hay dos opciones viables: lo dejas ganar y tus noches de estudio se van a la basura, o contratacas. Mis amigas y yo conocemos trescientas formas diferentes de hacerte llorar sin rompernos una uña. ¿Cree que dejaré que gane? Él es seductor y peligroso, sin embargo le demostraré que yo también puedo serlo. Maximilian Kersey nunca olvidará mi nombre. Mientras yo me voy enamorando del suyo.