Argentina, a lo largo de su historia como país independiente, se ha caracterizado por ser receptor de poblaciones de origen europeo y de las repúblicas limítrofes. Sin embargo, desde mediados del siglo XX, simultáneamente a este fenómeno comenzó a producirse otro de signo inverso: por diversas causas los argentinos comenzaron a emigrar, aumentando el flujo a partir de la crisis institucional y socioeconómica que envolvió al país a principios de este siglo. Esta última etapa se caracterizó porque los que emigraron fueron, en general, jóvenes de sectores de clase media urbana que intentaban escapar del desempleo, la inseguridad o el desanimo. De como desarrollan su vida en España trata este libro, un espacio que se abre para que cuenten sus "historias de acá".